Lagos de Saliencia (Somiedo-Asturias)


Emprendemos marcha hacia el Valle de Saliencia, desde Pola de Somiedo por la carretera de Oviedo ya veréis un desvío hacia la SD-1. 

El primer pueblo que encontramos es Veigas, dónde vale la pena parar a ver algunas construcciones de teito. Desde Arbellales en menos de 4km se alcanza otra bonita braña: la de Ordiales, llena de cabanas de teito justo debajo de Peña Negra y quizás enlazar desde aquí con el Camino Real. 

Pero hoy hacemos un total de 14 quilómetros en coche para llegar a Saliencia: existe un buen albergue dónde poder hospedarse, y enseguida veremos el letrero que marca Lagos y alto de la Farrapona, despacio y precaución por la carreterita de curvas. En este alto a 1700 metros tenemos el aparcamiento y comenzamos a caminar, ante nosotros una ruta circular de unos ocho quilómetros nada complicada, con la visita de cuatro lagos de origen glaciar, ¡¡ojo con los días despejados, llevar crema solar!!, hoy por suerte está nublado.

Pista abajo y cruzando la valla, enseguida llegamos al Lago de la Cueva, con su cabañita de cuento, es un hermoso lago de un azul intenso rodeado de extensa vegetación.  


Vamos dejando el lago a la izquierda y comenzamos a ascender por la pista con una fuerte subida, en otro tiempo hubo aquí una mina y de ahí el siguiente lago que quizás en verano encontréis seco: La Mina, por cierto precioso en primavera cubierto por un manto de flores.

En poco tiempo y por camino llano, se abre el paisaje para disfrutar de una preciosa pradera y se divisa el Lago Cerveriz, hay que abandonar la pista y meterse por las piedras para disfrutar de todo su esplendor. Siguiendo por los senderos de vacas o bien por la cresta a mano izquierda os podréis asomar a un fantástico mirador sobre el mayor de todos: Lago de Calabazosa (también llamado Lago Negro) y cómo no las impresionantes moles alrededor.












A partir de aquí podéis decidir regresar al Cerveriz y continuar pradera abajo, encontraréis un letrero que marca Lago del Valle, y la verdad vale la pena caminar unos cuántos quilómetros sólo por encontrar la impresionante vega de Camayor, llena de pastos verdes, el ganado pastando y por supuesto florida y extraordinaria en primavera. Después ya en continuo descenso se podría llegar hasta el Lago del Valle o bien continuar hasta el pueblo de Valle del Lago, aunque para eso lo ideal sería disponer de otro coche colocado extrategicamente.

El día cada vez está más tapado, sopla el viento, y comienzan a caer las primeras gotas, por lo que nosotros damos vuelta desde la pradera  y volvemos por el mismo camino a paso ligero puesto que ya nos acecha la lluvia, no sin antes conseguir alguna que otra fantástica imagen en nuestro descenso. 

Sorprendente paisaje declarado Monumento Natural junto con el Lago del Valle en 2003.















2 comentarios:

  1. Yo he estado alli. Impresionante. Una maravilla. Las fotografías hacen honor a la naturaleza

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    1. Claro tata,
      Estás en alguna de las fotos!!! jajjajjjaja. Me alegro te haya impresionado

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