Lago del Valle

Llegué por primera vez a Valle del Lago en el año noventa, había una gran nevada en el mes de mayo y aquel paisaje a 1200 metros de altitud me dejó embelesada: el contraste de verdes, la montaña, el bosque, el valle, sus gentes hospitalarias...me enamoré a primera vista. Desde entonces hemos vuelto siempre que hemos podido y no tan asiduamente como nos hubiera gustado. De nuevo regresamos al Valle para recorrer viejas rutas y recordar con tristeza a alguna de su gente que ya no está, pero también reencontrarnos con muchos otros amigos.

EL precioso Valle del Lago se encuentra a pocos quilómetros de Pola de Somiedo, la capital del Concejo, y enclavado dentro del espectácular Parque Natural de Somiedo, tan sólo unas cuantas curvas de cambio de sentido nos separan del preciado destino. 

Nuestra estancia, casi en la última casa del barrio de l'Auteiro, o más bien una cuadra completamente restaurada, que no podía tener mejores vistas sobre el Valle, además de unos coquetos apartamentos gestionados con mucha amabilidad y con todo el confort: la Pinietsa. 


Pero en todo el Valle encontraréis una buena oferta hotelera, eso sí para comprar deberéis hacerlo en Pola antes de la subida al Valle puesto que en este maravilloso paraje no hay supermercados. ¿¡No es fantástico!?.
Nuestra primera tarde transcurre con un paseo de casi dos quilómetros, desde el barrio de arriba hasta la Laguna,  y cómo no nuestra primera sidrina en casa Cobrana.

Tempranito comenzamos la caminata, dejando atrás las casas del Valle, la pista de tierra  transcurre suavemente debajo de las moles de roca con vistas fantásticas al otro lado del río, aprovechamos para charlar e intentar avistar en la lejanía al Oso, lo que resulta misión bastante imposible. Llegamos a una bifurcación dónde cogemos el camino recto que lleva al Lago, aunque en días de mucho calor es bastante más recomendable el de la derecha que pone por la sombra, lo malo que os perderíais uno de los mayores espectáculos cuando se abre el valle: la Pradera, llena de verdes pastos, ganado, flora, cabañas y extraordinario paisaje. En una de las fincas un letrero curioso que no hay que obviar: "Si crees que puedes cruzar el prado en 8 minutos, mi toro Brinco lo hace en 4", ¡que cada uno se atenga a las consecuencias!.



El camino comienza en ligero ascenso,  pero cada vez se hace más pronunciado, por lo que supone algo de esfuerzo subir la pista asfaltada en zig-zag. Exactamente según la gente se sube en hora y media, aunque nosotros preferimos disfrutar de este bello paraje con calma, realizar fotografías, explorar los riscos y quizás no será difícil divisar algún corzo o rebeco. Por ello nuestro recorrido nos lleva más de dos horas. ¡Cada uno debe encontrar su propio ritmo!. 




Llegamos a la preciosa cabaña del Lago, y con ella aparece toda la majestuosidad de este hermoso lugar  también llamado Lago del Ajo, es el de mayor superficie de Asturias, tiene un islote en el medio y está situado en un circo glaciar que lo hace si cabe más sublime. Así que aquí nos paramos a tomar un piscolabis antes de continuar ruta y disfrutar del relax que nos ofrecen sus aguas en calma. 


Aprovechamos a realizar alguna panorámica.




Decidimos seguir camino subiendo a las Morteras, sierra que se encuentra encima del lago, ya no tenemos senda por la que continuar y hay que remontar ladera arriba aprovechando los pequeños senderos que han abierto las vacas, encontramos una zona de piedra suelta que hay que subir con cuidado para no resbalar, por todo ello la progresión es muy lenta. Una vez arriba sólo toca deleitarse con las impresionantes vistas y el amplio panorama de todo el lago y del Valle.  Valió la pena la subida para contemplar este prodigio de la naturaleza. 


El Paraíso Natural existe y se encuentra en Valle del Lago.

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