Lacs de Néouvielle

Nos levantamos temprano para poder cruzar el túnel de Bielsa antes de que lo cierren por obras, están asfaltando la vertiente francesa, a las ocho de la mañana ya estamos bajando por las curvas francesas hacia la Réserve Naturelle du Néouvielle: un espacio natural de singular belleza, un paraíso invadido por más de 80 ibones para nuestro deleite. Antes de  la población de Saint Lary Soulan, en Aragnouet a la izquierda un letrero nos indica el acceso en coche hacia los lagos. Muchas caravanas están aparcadas y aún durmiendo en la salida hacia el lago de l'Oule, también ubicado en este extraordinario Vallée d'Aure

Seguimos subiendo por una carretera de curvas  para llegar al primer lago: Orédon, dónde ya habría que aparcar el coche para seguir andando y sobre todo en temporada veraniega que está prohibida la circulación desde aquí. Aunque es posible subir en la Navette por unos cinco euros.

La imagen del primer lago nos sorprende con sus hermosas aguas verdes y la montaña nevada al fondo reflejada en el lago.

Pero cada vez el cielo está más cubierto, hace un frío que pela y cuál es nuestra sorpresa cuando de repente comienza a nevar. Sacamos el paraguas para realizar las fotos, más que nada por tapar la cámara.


Comenzamos nuestra excursión de unos 11km y poco desnivel, sólo quinientos metros. Al fondo del aparcamiento se encuentra el sendero rocoso que pronto afrontaremos con una buena pendiente para empezar. 

El camino está perfectamente señalizado y pronto llegamos, ¡algo exhaustos por el ascenso! a los pequeños lagos de Les Laquettes, son como tres lagos unidos por un hilo de agua que nos dejan unas estampas realmente extraordinarias.




















Seguimos ascendiendo hasta llegar al encantador paraje del lago Aumar, más sorprendidos de lo que esperábamos por la cantidad de nieve que todavía hay a finales de mayo. 

Y si cabe más fascinados todavía por el extraordinario paisaje nevado de este lago, con un perfecto reflejo sobre sus aguas, que nos deja completamente atónitos. No podemos perdernos semejantes instantáneas con el móvil, con la cámara… con la boca abierta por tanta belleza.

Continuamos en dirección al fondo del lago Aubert por la D177 o mejor dicho hacia el aparcamiento del mismo, dónde acaba la carretera asfaltada. Por cierto, fuera de temporada podéis subir con cualquier vehículo sin problema haste el último lago. Simplemente hay que seguir los carteles indicativos.






No tardamos en divisar el bello lago de Aubert lleno de hielo y rodeado de un extraordinario paisaje, y al fondo el pico de Néouvielle, a tres mil metros de altura, reflejado en las traslúcidas aguas de este extraordinario lago.

Si no estuviese tan nevado y además congelado, la vuelta al lago sería estupenda para sacar buenas panorámicas.

¡¡¡Realmente tanta belleza te invade los sentidos!!!




























Desde aquí encontramos montañeros que suben con los esquís seguramente para realizar travesía, nos comentan que hay bastante cantidad de nieve para llegar al col de Estodou por dónde pensábamos cruzar para realizar la vuelta hacia el primer lago, que nos habían dicho que era precioso el paisaje y se descendía fácilmente al Orédon, haciendo así la ruta circular, este desvío lo encontraréis marcado a 45 minutos desde el lago de Aumar. Pero finalmente decidimos regresar por el mismo camino, no vamos preparados para tanta nieve y comienza de nuevo a nevar.

Ya en el aparcamiento, decidimos subir al Cap de Long,  lago que se puede acceder con coche por una estrecha carretera y conforme ganamos altura vemos la inmensidad de la obra de ingienería de este lago, ¡asusta que se pueda romper!, ya que pasas pegado al muro de la presa. 

Bajamos a tomar unas estupendas fotos para nuestro fin de ruta atravesando la presa y otra vez se pone a nevar por lo que no tardamos en emprender el regreso, ¡por si las moscas!.

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