'Camí Vell del Cap de Creus' (Girona)

Hoy nuestra ruta comienza con un madrugón para llegar a Portlligat antes de las diez de la mañana, dónde aparcaremos el coche y de aquí saldremos caminando hasta el Far del Cap de Creus. No sin antes detenernos en la hermosa Cala del Genio Daliniano, protegida por una isla exterior que la resguarda del viento, con hermosas vistas y un mar de aguas cristalinas que parece hoy en calma.

Comenzamos a divisar los huevos en el tejado de la casa-museo de Salvador Dalí, por supuesto el interior que no hay que perderse por sus salas, el patio, algunas obras y trabajos del pintor y su excentricidad, ¡¡¡es realmente auténtica!!!, no olvidéis reservar por internet, hoy en día es difícil entrar sin reserva por la afluencia de turistas. 

También resulta encantador el exterior del museo, ¡parece mentira que fuesen antiguas barracas de pescadores!

Subimos la cuesta que nos separa de la carretera que va al Faro, y pasados 70m encontraremos un desvío a la derecha que pone Cap de Creus con una caída en picado por un pedregal y cruzando el riachuelo volveremos a salir a la carretera para encontrar un último letrero a 100m indicando playa Sant Lluís y Cabo de Creus, siguiendo siempre la marca verde/roja. A la derecha encontraréis el desvío a la Playa, podéis bajar a descansar en una cala nudista casi virgen pero tendréis que volver sobre vuestros pasos al camino de piedra, o bien podéis dejar este acceso a la playa a vuestra derecha, para disfrutar de un entorno con preciosas terrazas de olivares, eso sí con una subida progresiva hasta llegar a la pista de tierra., aquí continuaremos hacia la derecha que marca Cap de Creus, se trata del camino viejo hacia el Faro. 


Pasaremos una zona de chalets y a partir de este punto un paisaje más abrupto:  un itinerario de subidas y bajadas, con un terreno de piedras, losas y senderos entre muros pétreos, en los que sufren nuestros pies y tobillos, pero el espectáculo de este rincón mediterráneo nos deja atónitos, podremos descubrir la belleza de algunas calas sólo accesibles por mar y contemplar un paraje de excepcional belleza. 

Al fondo ya podemos divisar sobre una loma, el faro que parece inalcanzable, para finalmente acceder al alto por un camino de escalones hasta el edificio del mismo. Se trata de una ruta de dificultad notable de casi 15 km (ida y vuelta) y con un desnivel acumulado de más de 700 metros. Es curioso el pasado verano estábamos en el punto más occidental de Europa para los romanos (Fisterra) y hoy nos encontramos en el más oriental de la península ibérica, ¡¡¡De punta a punta del País!!!. 

Por supuesto tenéis la opción de subir al faro en coche por una carretera estrecha y desde aquí bajar a la punta del Cabo de Creus para contemplar la isla Encalladora justo en frente o simplemente pasear, ¡ojo, cuando hay tramuntana! el paseo podría resultar algo enojoso. 

Decidimos regresar por carretera, ya que el desnivel resulta menos agotador. Podéis coger un desvío alternativo que se encuentra a 3,5km del faro y que os llevará al paraje de Tudela, muy conocido por la demolición de una urbanización en esta Reserva Natural y sobre todo por las formaciones rocosas que sirvieron de inspiración a Dalí.

Y como colofón final la obligada parada en el pueblo de Cadaqués, aislado por la montaña y su acceso de curvas lo han convertido en un enclave especial y privilegiado que destaca por la hermosura de sus callejuelas pintadas de blanco y añil, su pavimento de piedras extraídas a orillas del mar, algunos edificios modernistas y un fabuloso paseo marítimo que bordea prácticamente todo el pueblo.

No hay que marcharse de Cadaqués sin probar los famosos 'Taps', un riquísimo bizcocho que simula el tapón del cava, que si los flambeas con ron resultan deliciosos y que podrás adquirir muy cerca del casino de la villa.

Hermoso pueblo blanco a orillas del mar mediterráneo, para muchos una isla que fue refugio  vacacional de tantos artistas, y dónde la presencia del Genio se percibe aún por muchos de sus rincones.