Le Petit Train d'Artouste, Pyrénées (FRANCIA)

Después de la gran pateada de ayer y puesto que nuestras piernas han sufrido ya bastante, decidimos realizar hoy una ruta sobre raíles que hace tiempo teníamos ganas de hacer, el tren más alto de Europa: Le Petit Train d' Artouste.

Nuestro viaje comienza en coche desde Formigal, dónde a penas despunta el día, y una vez pasado el Portalet (frontera con Francia) tenemos un descenso en automóvil que nos acerca al hermoso paisaje d'Ossau hasta llegar a la presa de Fabrèges, allí encontraréis una indicación para coger el teleférico, que os dejará en la estación de salida del trenecito. Diez minutos de teleférico con una hermosa panorámica y llegamos a tiempo para la salida de primer tren. El frío ya es palpable a 1900 m, ha llovido y tienen que secar los vagones, menos mal que trajimos gorro y guantes. 





Cincuenta y cinco minutos de travesía en un asiento duro y heladito…¡si lo sé traigo un cojín, menos mal que nos dieron una manta!. Valió la pena, un paisaje espectacular de montaña por los estrechos raíles, sorteando los túneles y las curvas. Un consejo, es mejor sentarse a la izquierda en la subida y al revés en el camino de vuelta, cuánto más al final mejores instantáneas.


Una vez en la estación del lago, tan sólo hay un pequeño bar para un café caliente largo puesto que no tienen cafetera, el letrero de la estación marca 1914 m de altitud y en un cuarto de hora caminando llegas al Lago de Artouste, de un hechizador azul profundo.


Aquí habría acabado nuestra excursión de hoy, si no fuera por un letrero junto a la presa  que nos sugiere que existen unos Lagos a una hora y cuarto, ¡pensamos que no puede ser demasiado desnivel, total ya estamos muy altos!. Bordeamos todo el lago por la derecha con unas maravillosas vistas y con la sola compañía de las vacas.












Pero no era un simple paseíllo lo que nos esperaba. Conforme nos alejábamos del lago en un ascenso pedregoso y en zigzag, con un pronunciado desnivel y con el sol calentando sobre nuestras espaldas, ya nos arrepentíamos de no habernos quedado descansando por la pradera del lago.


Después de casi dos horas llegamos a una laguna de aguas transparentes y ya divisamos la presa del otro lago, un poco más arriba, el fantástico glaciar del Lac d'Arrémoulit.

Nunca había visto aguas tan cristalinas, el entorno era sublime, y un pequeño refugio en las inmediaciones del lago junto a una gran tienda de campaña preparada para albergar a montañeros, a 2300 m.






El reposo nos parece bien merecido y después de preguntar en el refugio decidimos volver por el mismo sendero, ¡ya tenemos las suficientes agujetas para toda la semana!. Pero también hay la posibilidad de atravesar la presa y un sendero otra vez en ascenso hasta el Lac d'Arrious para descender por el collado del mismo nombre hasta el lago d'Artouste. Nos quedamos absortos en el lago y una vez hubimos comido iniciamos el descenso.



Ya en la cercanía de la presa d'Artouste nos damos cuenta que la afluencia de gente es considerable, claro que ya no son las nueve de la mañana, se agradece el hermoso día de sol tras la frescura de esta mañana. Finalmente nos subimos en Boubou cuando la niebla  comienza a entrar por el valle, ¡algunos de los trenecitos tienen nombre…curioso no!. 




Una extraordinaria excursión la de hoy por parajes con encanto y de vértigo, ¡hasta pronto!.


Información útil: el tren cuesta unos 25€ ida y vuelta, pero saber que algunos hoteles cercanos de Huesca en los que quizás os alberguéis tienen descuentos del 10%. El billete de caminante sale aún más caro y deberéis sacarlo si queréis hacer camino hacia el pico y los lagos, siempre que sea temporada alta (más o menos de mayo a principios de octubre) y el de campista si os vais a quedar a dormir en el refugio y por tanto bajar al día siguiente. También hay que saber que en temporada alta debes volver en el tren que te asignan, es decir que tienes sobre una hora y cuarenta minutos para pasear por las cercanías del lago.

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