Muros a Finisterre, 'A fi do mundo' (A Coruña)

Hoy un pequeño recorrido hasta Fisterra, unos escasos 50 km, salimos desde Muros, precioso pueblo en el que justo ahora comienzan a despertar, por lo que recorremos todo el paseo marítimo hasta dar con un bar para desayunar, justo bajo los arcos y por supuestos con vistas a la ría.


No dejéis de pasear por el hermoso pueblo de Muros, realmente merece la pena perderse bajo sus arcos, y caminar por sus calles adoquinadas, sus galerías blancas frente a la ría, su preciosa iglesia; uno de los pueblos marineros mejor conservado de Galicia, conjunto Histórico-artístico.




















A 3 km, la bella laguna de agua dulce de Louro junto a las dunas  y una bellísima playa de arena blanca, que nadie dudaría decir que no se trata de las cristalinas aguas del Caribe en este día azul de julio, pero también encontrarás preciosa la playa de Carnota o las extraordinarias  playas de Finisterre, ¡sólo les faltaría un poco más de temperatura!, aunque ya no estaríamos hablando de Galicia.


Seguimos hacia Lira para contemplar uno de los hórreos más largos de Galicia, que compite con el de Carnota por este privilegio, aunque parece ser que el más largo realmente es el de Araño. Pero se trata de un precioso conjunto de Hórreo, palomar e iglesia con unas estupendas vistas, ambos hórreos el de Lira y Carnota muy bien conservados y con 22 pares de pies cada uno, ¡¡bueno, el día de la foto había 23!!























Llegamos al majestuoso Monte Pindo, el Olimpo Celta, el cuál sufrió un incendio en septiembre de 2013, desde la otra orilla del río Xallas aun resultan evidentes los efectos devastadores del fuego. El ascenso al Pindo lleva unas 4 horas y lo dejaremos para la próxima oportunidad, por supuesto la panorámica desde la cumbre es indescriptible, ¡creo que una de las más increíbles puestas de sol!.
El Xallas es el único en Europa que desemboca en cascada sobre el mar, ¡curioso, no!


Con una corta subida por una carretera estrecha y con alguna curva de cambio de sentido, podemos disfrutar del imponente paisaje que ofrece el mirador de Ézaro. ¡Conmovedor!, son realmente mágicas las vistas sobre la bahía, si observáis podéis alcanzar a divisar cabo Fisterra. 


Ya en nuestro último tramo hacia Fisterra nos desviamos por Cee, para visitar el conjunto etnográfico de los molinos de San Adrián de Toba, antiguos molinos de agua para moler el grano.






Imaginaros la sorpresa al descubrir un precioso hórreo a pie de carretera con 13 pares de pies, ¡majestuoso diría yo!


Por fin, llegamos a nuestro destino en el faro de Finisterre, cuya luz guíaba a las embarcaciones por estas aguas peligrosas da Costa da Morte. Fue bautizado por los romanos como "Finis terrae" más allá no había nada, sólo mar. Un entorno de belleza sin igual, lleno de magia y misterio.




Y sigue siendo para muchos peregrinos el fin del duro camino, como antiguamente lo fue para las peregrinaciones paganas, que veían morir el Sol en el océano. Se trata de un lugar emblemático y sin duda otra impresionante puesta de sol, ¡infinito horizonte!

No dejes que te lo cuenten y ven al ocaso.










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